Hace un par de años descubrí que el cuerpo que habito, no se lleva muy bien con la harina de trigo. Visité una naturista, me hizo un estudio y descubrió que no me estaba funcionando del todo bien mi intestino, y otros órganos que se relacionaban con él. Me dijo: "Tu cuerpo no procesa bien la harina de trigo, tendrás que dejarla de comer, además, como naciste en esta tierra (Venezuela) lo más sano para ti es que comas lo que se produce naturalmente en tu país". Según ella, la tierra, con su sabiduría, produce precisamente en cada espacio, lo necesario para los habitantes del mismo. El trigo, producido en europa, y otros lugares, es preciso para quienes allá nacen y viven. Aquí, necesitamos otros alimentos, como el maíz por ejemplo. Me fascinó esa nueva manera de ver la alimentación. Y le creí completamente, al punto de que los invito a investigar, puesto que yo no lo hice, simplemente le creí y probé, y ha resultado ser muy satisfactorio.
Debo confesar que cuando ella me propuso dejar el trigo, pensé que no tendría nada qué comer, y al contrario, he conseguido infinidad de opciones, muy ricas y nutrientes además. Recién comencé mi cambio alimenticio, descubrí unas galletas de arroz, que se pueden acompañar con mermelada, queso, guisos, lo que deseen. Volví al casabe, que lo había olvidado. Y más reciéntemente, he descubierto unos panes, que me tienen el paladar de fiesta: Pan de yuca, pan de arroz, pan de auyama, pan de papas. Tengo en mi lista el pan de caraota, y el de maíz. Apenas lo pruebe, les comento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario