Varias veces he hecho referencia acerca de un programa de salud que estoy haciendo desde junio del año pasado (2010) que se llama Programa de Salud Eterna cuyo creador es un doctor venezolano llamado Jesús Eslava. El programa tiene como objetivo lograr que quien lo realice alcance un estado de vida saludable y longeva. Tanto así que el doctor afirma que siguiendo este programa de salud, la persona puede llegar a vivir hasta trescientos años. Cuando digo esto último siempre hay quien me responde: “¿Y para qué quiero vivir tanto?”. Entonces les digo, bueno, no sé si uno vaya a vivir los trescientos años, pero, más allá de eso, me interesa vivir con salud el tiempo que permanezca viva. Entonces les reafirmo, este programa busca que tu cuerpo adquiera un estado de salud plena, un estado de salud eterna. Entonces viene el segundo comentario obligatorio: “¿Para que uno se va a cuidar tanto?, ¡mira cómo terminó el doctor Penzini!”. Como si el hecho de que muriera de una enfermedad le hubiera quitado valor a todo lo que aconsejaba para la salud. En fin.
El tema es que siempre hay quien se interesa en el programa. El doctor afirma que para lograr un cuerpo sano hace falta atender tres aspectos de nuestra vida. Por una parte, realizar ejercicios físicos controlados (es decir, que comienzas con una cantidad mínima y vas aumentando progresiva y lentamente). Entre los ejercicios que recomienda están las sentadillas, el trote, los abdominales, las paralelas, las flexiones. Por otra parte, recomienda además que logremos mantener nuestro cuerpo en su peso mínimo. Esto es, adelgazar los kilos que sean necesarios para alcanzar ese valor, y para ello lo único que recomienda es comer la mitad de lo que uno esté acostumbrado a comer. Yo que siempre solía engordar y adelgazar continuamente, y además que nunca lograba alcanzar mi peso mínimo, he experimentado con asombro la efectividad de este método para adelgazar. Y además lo bien que se adapta a la vida diaria, porque el doctor no pone limitaciones respecto a qué comer. Sólo recomienda comer la mitad. De esa manera no tenemos que reprimirnos de nada, ni pensar si lo que como es carbohidrato o proteínas. Nada de eso. Si no al contrario, le damos a nuestro cuerpo los alimentos que pida. ¡Qué libertad!
El otro aspecto que el doctor recomienda es trabajar las emociones, o como él lo llama: Control de las emociones. Y es básicamente de ese aspecto en el que me quiero centrar hoy. Él dice (muchas teorías lo afirman), que las emociones negativas tienen una influencia tremendamente dañina en la salud de nuestro cuerpo. Los sentimientos de soledad, la falta de perdón, los celos, el miedo, la ira, la depresión, la falta de aceptación, la dependencia, etc. Para esto, él recomienda que quien esté en el programa ingrese a unos grupos llamados Neuróticos Anónimos, donde uno puede aprender a identificar estas reacciones espontáneas y descontroladas de nuestras emociones a través del método de los doce pasos, método que utilizan los Alcohólicos Anónimos y que ha dado grandes resultados mundialmente. ¿Por qué utilizar un método que utilizan personas adictas a sustancias o a nicotina? Porque precisamente, por el hecho de acceder a esas emociones de manera recurrente, nos convierte en personas adictas a las emociones y sentimientos negativos. De pronto, puede pasar que estamos felices, y por ahí nos dan como ganas de deprimirnos y encontramos cualquier excusa para retomar esa emoción a la que accedemos desde que tenemos quizás uso de razón. Y todo de una manera completamente inconsciente.
Debo decir y reconocer, que tuve cierto rechazo a ese método de los doce pasos en un principio, y de hecho le dije al doctor que como yo era budista me quedaba con mi budismo. De alguna manera me cerré a averiguar de qué se trataba el asunto de controlar las emociones, y ser libre de ese tipo de adicción. El doctor me dijo, cada quien utiliza el método que más le guste para manejar sus emociones. Ya sea a través de la religión, a través de neuróticos anónimos, el Yoga o prácticas similares, etc. El tema es que las emociones deben ser controladas si quieres vivir con salud. Yo me atreví a revisar, usando los doce pasos y el libro Tus Zonas erróneas, cómo estaban mis emociones y descubrí, para sorpresa mía, cantidad de cosillas que me generaban sufrimiento, y que fácilmente podía cambiarlas. Respuestas iracundas, miedos elementales, algunos comportamientos de dependencia hacia gente querida, sentimientos de culpa, enfoques errados acerca de cómo amar, etc. De allí que el título sea mi nombre era neurótica, me sorprendí de encontrar neurosis en mí, que pensaba eran parte de mi personalidad. Realmente no lo eran, no eran más que conductas aprendidas, que me propuse transformar para no seguir siendo víctima de mis emociones. Y por supuesto, sigo en ese proceso.
En su libro, el doctor Eslava recomienda combatir la soledad, con mascotas, amigos, etc. Pertenecer a grupos de bailes, hacer deportes en ambientes tranquilos, disfrutar de la naturaleza. Aprender a separarnos de los seres que amemos o no, nos llevan a emociones negativas. Me causa mucha risa, que él recomienda tener uno o máximo dos hijos, porque según estudios, el 70% de los hijos echa broma, crea problemas y preocupaciones.
Controlar las emociones no significa que no expreses lo que sientes, o que lo reprimas, es aprender incluso a no sentir emociones que generen sufrimiento. Y la base de esto es aprender a observar los propios pensamientos, que son precisamente la antesala a las emociones. Una vez cambiamos los pensamientos, tendremos nuevas emociones, entonces, básicamente se trata de descubrir cómo pensamos, y encontrar una manera de pensar que nos permita más fácilmente ser felices.
Los grupos de alcohólicos anónimos, los neuróticos anónimos, los codependientes anónimos son herramientas. También libros como “Tus zonas erróneas”, de Wayne Dyer, que habla específicamente de las neurosis, “Ya no seas codependiente”, “El lenguaje del Adiós”, de Melody Beattie, que utiliza los doce pasos para transformar la adicción a emociones y relaciones destructivas y autodestructivas. En fin, que la herramienta sea la que más se ajuste a la vida y filosofía de cada quien, la que más efectiva le sea. Lo importante es que logremos liberarnos de emociones dañinas, que nos causan sufrimiento, porque a la larga, o quizás incluso, a la corta, terminaran afectando nuestro cuerpo, nuestra salud y nuestra vida en general. Librémonos de las neurosis, de los pensamientos malsanos producidos por el miedo. Dejemos de llamarnos neuróticos y emprendamos un camino nuevo. Lleno de salud, de alegría, de cordura. Y por favor, vivan conmigo los trescientos años :=)
1 comentario:
Tan linda mi Berthita, muy nutritivo tu escrito y gracias por enseñarnos algo, estoy muy de acuerdo besos.
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